Este vestido es el equilibrio perfecto entre dulzura y elegancia. Su lazo frontal acentúa el busto con delicadeza, mientras que la falda en capas añade movimiento y un toque romántico. Ideal para cenas, eventos o días en los que querés verte divina sin esfuerzo. Es el tipo de prenda que no necesita presentación: entra, se nota y encanta.